Hace apenas unos días que han salido a la luz los llamados “Papeles de Panamá”, y ya son una presencia constante en los medios de comunicación. Todavía es pronto para saber cuáles serán sus consecuencias de toda índole, pues según parece no se ha hecho pública aún toda la información disponible, pero de momento ya han ocasionado la dimisión del primer ministro de Islandia, y han colocado bajo el foco mediático a personalidades de todo el mundo, tanto de la política como de la cultura y del espectáculo.
Lo primero que hay que advertir es que el hecho de tener participación en sociedades off-shore, en sí mismo considerado, no es ilícito. El problema surge cuando esas sociedades se utilizan para ocultar patrimonio al fisco, para lo cual son especialmente aptas dada la opacidad fiscal de los países donde están residenciadas (“paraísos fiscales”)